Los primeros regalos que tenemos las niñas desde que nacemos son las muñecas, las cuales se convierten en nuestros bebés y nos convierten en mamás...despertando, así, nuestros primeros deseos de ser mamás.....yo no fuí la excepción... era una gran mamá con mis muñecas.
Mi hermana cuenta que además, desde pequeña, sobresalía en mí el gusto por los bebés...cuando se me cruzaba un bebé..lo abrazaba, lo besaba, sea conocido o no, y si no me dejaban hacerlo..... lloraba hasta que lograba acercarme a él.
A los 7 años, cuando mis padres llegaron a reunir dinero para operarme de mi pierna (por lo de la poliomielitis), me llevaron a Lima y en el hospital que me internaron, recuerdo que me escapaba de mi cuarto y me iba a la sala en donde se encontraban los recién nacidos. Las enfermeras ya sabían en donde estaba cuando no me encontraban en mi lugar..... ayudaba a darles su mamadera, a cambiarlos y a hacerlos dormir (bueno esto a mi manera)...y cuando no me veían las enfermeras, los cargaba y los paseaban por toda la sala....esto no me era permitido porque como tenía la pierna enyesada, temían que podía caerme con ellos y hacerles algún daño...gracias a Dios eso nunca sucedió
Es cierto que cuando somos niñas descargamos nuestro instinto maternal en muñecas, pero luego no todas las mujeres tienen ese instinto maternal. No se es más mujer o menos, por ser madre o no serlo, respectivamente. Igual que para ser madre no hace falta parir.
ResponderEliminarLos roles que la sociedad nos ha impuesto, nos encorseta la visión de nosotras mismas y pensamos que hemos nacido para ello.
Bueno, después de este discurso (jeje), te mando un saludo desde España.
Un abrazo y un beso